Habitantes de los municipios Jocotitlán e Ixtlahuaca tomaron la caseta Atlacomulco de la autopista estatal de cuota Toluca-Atlacomulco, en demanda de que el tercer cuerpo de esta vía de comunicación que construyen empresas del Grupo Carso sean de libre tránsito para los residentes de la zona.
Se trata de la tercer movilización, después de la toma de la carretera el pasado 17 de marzo y una reunión celebrada en Toluca con servidores públicos del gobierno del estado. La movilización de este domingo fue producto de la respuesta ambigua de los funcionarios públicos en torno al pliego petitorio que demanda «no al pago de peaje para residentes de la zona; conservación y mejora de las paradas de autobuses que actualmente existen; entradas y salidas para cada una de la comunidades aledañas a la carretera, así como carriles laterales para incorporarse de una manera segura». También se pide la rehabilitación y mantenimiento constantes de canales de aguas pluviales y residuales, mantenimiento constante a las carreteras que van a considerar como libres, la reforestación con 100 arbolitos por cada árbol talado para la construcción de la nueva vía de cuota, además de puentes peatonales modernos con rampas para personas con discapacidad, entre otras demandas.
La autopista Toluca-Atlacomulco es producto de la Carretera Panamericana, que cruza todo el continente americano, y que en el caso de México fue construida a raíz del la quinta conferencia internacional de la Organización de Estados Americanos en 1923. En el tramo de Atlacomulco a Toluca fue originalmente una carretera de doble sentido, pero a partir de 1984 se puso en marcha la primera autopista estatal de cuota en el trayecto de Toluca hacia Atlacomulco, por lo que durante muchos años el trazo original de la Carretera Panamericana fue utilizado en sentido de Atlacomulco a Toluca sin ningún peaje, hasta que a principios de la década de los noventas se decidió cobrar a los automotores de los no residentes, cuyos autos fueron identificados con una calcomanía que les exentó del pago. Ante la idea de que el pago de peaje se extendiera también a los residentes, hubo una movilización a finales de la década de los noventas —alrededor de 1997 y 1998— que culminó con un acuerdo tácito de no cobro de peaje que se ha extendido desde hace 32 años.
La construcción de un tercer cuerpo pretende retirar esta exención, a lo que se oponen los residentes de la zona norte del estado, así como demandan que la original Carretera Panamericana sea ampliada a cuatro carriles, como se hizo en el tramo de Atlacomulco a Palmillas, en los límites del estado de México con Querétaro, al conectar la carretera 45 con la carretera México-Querétaro.
