De acuerdo con el director del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Adelfo Regino, el mecanismo para la distribución del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social, anunciado recientemente por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, los recursos serán transferidos directamente a las comunidades indígenas, sin intermediarios, a través de los Centros Coordinadores de Pueblos Indígenas del INPI, que se encuentran en diversas regiones del país.
Este proceso se llevará a cabo con la colaboración de las autoridades comunitarias legítimamente electas, quienes, en conjunto con las asambleas, determinarán las obras a realizar y los comités encargados de la implementación y vigilancia de los proyectos.
Respecto a los montos a asignar, depenmderán del tamaño de la población y el grado de rezago entre otras variables.
“Estamos construyendo las variables que va a depender mucho en función del número de población y del grado de rezago y marginación de cada comunidad, esto significa que no va a ser una cantidad igual por cada comunidad, dependerá de varios de estos dos factores, fundamentalmente en función de eso, se estará definiendo la cantidad concreta que le estará tocando a cada comunidad”.
El director del INPI destacó que, aunque los comités no se denominarán como los tradicionales Comités de Participación Ciudadana (Copaci), la estructura será similar, en el sentido de que los pueblos elegirán a sus propios representantes para la toma de decisiones, respetando su autonomía, para la vigilancia de que el recurso tenga una correcta aplicación.
Finalmente, el INPI será la instancia encargada de coordinar el proceso en conjunto con la Secretaría de Bienestar, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y los gobiernos estatales. Cada comunidad contará con el apoyo de los centros coordinadores de pueblos indígenas ubicados en las regiones más necesitadas del país.
