El próximo domingo es Día del Padre y no está tan presente en los medios de comunicación y la gente como ocurre con el Día de la Madre, lo cual puede deberse a que la figura materna tiene un mayor arraigo entre los mexicanos, a la idea del machismo de los padres y a que el Día del Padre carece de una fecha fija en el calendario, hecho que dificulta recordarlo y planificar su celebración. Pero, ¿tendríamos que festejar a mamá y papá con la misma intensidad? pues sí dado que ambos roles son fundamentales en la familia y el desarrollo emocional de los hijos.
En tal sentido, podemos hacerles o invitarles un desayuno, comida o cena especial y realizar un paseo o actividad recreativa que hagan de su día una experiencia memorable. Asimismo, darles un regalo de elaboración propia o personalizada como pulseras y tasas, que sí llevan consigo y usan, y escribirles cartas. De tecnología pueden ser dispositivos como audífonos y relojes inteligentes y del resto kits para el cuidado de la barba o sets de herramientas multifuncionales. Claramente también ropa, calzado, fragancia, etcétera.
Tenemos que reconocer y valorar el esfuerzo de los papás, su dedicación, guía y amor familiar. Para cambiar el festejo del Día del Padre y que sea igual de significativo que el Día de la Madre en México, es fundamental darle mayor protagonismo al papá y expresarle abiertamente el aprecio. Celebremos el próximo domingo a nuestros papás con entusiasmo.