Mi hijo no es capaz de matar a nadie, no sé en qué momento mi hijo se metió con ellos, o por qué lo hizo, pero de seguro fue por hambre”, expresó Rita López, madre de Santiago Meza, El Pozolero, a quien se le adjudica la disolución en ácido de al menos 300 cadáveres.
Entrevistada por la prensa local señaló: “Mi hijo no es capaz de matar a nadie, es bueno (…) por necesidad y hambre uno puede hacer muchas cosas, pero jamás matar; nosotros siempre hemos sido muy pobres, pero no con malas mañas”.
Recordó que en diciembre pasado visitó a su hijo en Tijuana. La anciana tiene su domicilio en la colonia La Piedra, en Guamúchil, Sinaloa. Llorando, asegura que la infancia de su hijo fue normal. “No le gusta ver sufrir a nadie, menos a nosotros y a sus hermanos.
Mi hijo es bueno, muy bueno; yo no creo nada de lo que se dice, ni siquiera he podido verlo en la televisión, siento que me voy a morir”, dijo.
La anciana vive con su hijo menor, quien no puede trabajar porque sufrió un accidente. “Yo nunca le he visto dinero a mi hijo, la última vez que vino a Guamúchil fue en diciembre, hace cuatro años, cuando falleció su papá, y lo hizo en camión; yo he ido a verlo y vive pobre, como uno, por eso no creo nada.
Le pido a Dios día y noche que lo cuide, que no lo golpeen, que las cosas se aclaren.” , señaló al diario local. “Aquí en la casa sólo los enseñamos (a los hijos) a trabajar y nadie tiene malas mañas, ni de niños tuve queja de ellos; yo no entiendo eso: Chago es muy humilde”.
