Ya estamos en las vísperas de la conmemoración del Día de la Madre por lo que se observa ajetreo en la ciudad producto de las celebraciones religiosas y eventos escolares anticipados. Para los mexicanos esta fecha es especial porque reconoce a las mamás en generar al brindar un amor sin condiciones, que trasciende barreras y envuelve a sus hijos desde el nacimiento con cuidados, apoyo y hasta sacrificio constante.
Se les tiene en muchos casos como las primeras educadoras que moldean el carácter y desarrollo cognitivo de los niños e inspiran a sus hijos a esforzarse, perseguir metas y ser personas solidarias y responsables. Y aquí en el país las consentimos con flores, regalos, chocolates joyas, perfumes o cartas hechas a mano. En internet en este momento se venden más productos de belleza y cuidado personal, velas aromáticas, teléfonos celulares, ropa y complementos, libros y productos de salud.
Claramente, no falta quienes sigan dándoles utensilios de cocina o aparatos para labores del hogar aunque se vale a fin de facilitar las tareas cotidianas.
Una costumbre muy arraigada en este día es sorprender a las madres con serenatas al amanecer, contratando mariachis o tríos que cantan canciones populares como «Las Mañanitas». Además, la comida familiar juega un papel fundamental: la mamá es la invitada de honor y se espera que no cocine. Celebremos a nuestras madres con amor y agradecimiento, un acontecimiento cultural y social en México.
