Los códices son fuentes primarias de estudio para los historiadores, pero el momento que se vive en México reclama hacer ediciones que permitan acercar esos documentos a un público mayor, no especializado, o en vías de formación, como son los estudiantes, y por ello, el conocido como Códice Ramírez, que data del siglo XVI, ha sido editado de manera novedosa por el Fondo de Cultura Económica, con el trabajo de las historiadoras Clementina Battcock y Paloma Vargas.
El libro Códice Ramírez. Hallado, casi perdido, publicado fue presentado en la sesión del seminario Fuentes para el Estudio del Pasado Indígenas de El Colegio Mexiquense por primera vez con la participación de ambas autoras -las dos anteriores no pudieron participar juntas en la Filah y en otro foro-, con una amplia explicación de su contenido, significado, importancia y ediciones previas, así como la historia del documento.
Alejandra Dávila Montoya, profesora-investigadora de estancia posdoctoral Conahcyt en El Colegio Mexiquense y organizadora de la presentación, explicó que el trabajo de Battcock y Vargas recrea las características originales del manejo de la lengua en el manuscrito que acompaña a las ilustraciones, respetando cultismos y antiquismos, con explicaciones a pie de página.
La también historiadora analizó el contenido del libro que incluye el códice, el cual fue pintado entre 1581 y 1589 a petición de los jesuitas, para tener una «relación de los indios que habitan esta Nueva España según sus historias»; fue hallado hasta 1856 por el historiador y político José Fernando Ramírez, del que toma su nombre, y está resguardado en el fondo reservado de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Las doctoras Clementina Battcock y Paloma Vargas se refirieron al proceso de trabajo de la edición, dirigida tanto a especialistas como a estudiantes e interesado del público general, así como a cuestiones teóricas y metodológicas de interpretación y ecdótica, como un esfuerzo dirigido a socializar las fuentes primarias de la historia de los pueblos prehispánicos, en este caso el náhuatl.
La sesión fue moderada por el historiador Xavier Noguez, coordinador del seminario, quien se sumó a los elogios y reconocimiento por el trabajo realizado por las autoras, destacó que cada vez se hacen mejores ediciones de los códices, que para el centro de México solo son los hechos durante la Colonia, pues no hay anteriores, habló de la dificultad de trabajar documentos del siglo XVI, porque tienen la mezcla de elementos indígenas y españoles, a la vez de señalar que los historiadores trabajan hoy de manera inter y transdisciplinar.
Cabe señalar que El Colegio Mexiquense ha editado por su cuenta versiones facsimilares de códices, sobre todo de la serie Techialoyan, referidos a pueblos de lo que hoy son los estados de México e Hidalgo, elaborados por las comunidades que buscaban preservar sus propiedades durante el dominio español.