Una de las acciones que acompañan el Día de Muertos es la de llevarle flores a nuestros difuntos. La causa pudiera ser que al familiar o conocido le gustaban las flores o que sirven de adorno de la tumba. Pero otra razón es que las flores emiten olores agradables a diferencia de lo que ocurre con un cadáver. Es decir que, desde antes de ir a la tumba, en el velorio, se usaban las flores para compensar los malos olores de los cuerpos que eran expuestos o velados varios días y para los que no existían métodos de conservación como los que hoy tenemos.
En la actualidad la forma de conservación de los cadáveres es con formol y otras sustancias químicas.; incluso es posible conservar su flexibilidad y tonalidad.
Por otro lado, las flores representan respeto y cariño a la persona que perdió la vida y en eso mismo se le brindan a manera de ofrenda.
Para este año se espera que el Día de Muertos deje una derrama superior a 20 mil millones de pesos en todo el país, según la Confederación Nacional de Cámaras de Comercio. Las flores más demandadas son el cempasúchil, la nube, el terciopelo, el clavel, el crisantemo y las rosas.