Un solitario delfín en el Mar Báltico parece estar hablando consigo mismo, posiblemente porque se siente solo, según un nuevo estudio.
Los delfines mulares o nariz de botella (Tursiops truncatus) son animales sociales que suelen vivir en manadas. Pero, en septiembre de 2019, un delfín solitario, conocido como Delle por los lugareños, comenzó a rondar el canal de Svendborgsund, al sur de la isla de Fionia, Dinamarca. Esta área está fuera del rango habitual de los delfines nariz de botella y no se vieron otros delfines cerca.
Los investigadores habían colocado dispositivos de grabación bajo el agua para ver cómo afectaba la presencia del solitario delfín a las marsopas comunes. Se quedaron estupefactos cuando oyeron a Delle hacer tantos ruidos.
“Por curiosidad, decidí agregar una grabadora que captura sonidos reales”, dijo la autora principal Olga Filatova, bióloga de cetáceos de la Universidad del Sur de Dinamarca. “Pensé que podríamos captar algunos silbidos distantes o algo por el estilo. Ciertamente no esperaba registrar miles de sonidos diferentes”.
Durante 69 días entre el 8 de diciembre de 2022 y el 14 de febrero de 2023, los investigadores detectaron 10.833 sonidos, incluidos varios habitualmente relacionados con la comunicación. Entre ellos se encontraban 2.291 silbidos, 2.288 pulsos explosivos (una serie rápida de clics que a veces se asocian con la agresión), 5.487 sonidos tonales de baja frecuencia y 767 sonidos de percusión.
Entre estos ruidos, el delfín emitió tres silbidos distintivos. “Los delfines nariz de botella tienen lo que se conoce como silbidos característicos, que se cree que son exclusivos de cada individuo, como un nombre”, dijo Filatova. “Si no hubiéramos sabido que Delle estaba solo, podríamos haber concluido que un grupo de al menos tres delfines estaba participando en diversas interacciones sociales”.
Filatova no esperaba oír ninguna vocalización, y mucho menos ruidos asociados con la comunicación. “Estos sonidos se consideran tradicionalmente comunicativos, lo que significa que debería haber al menos dos delfines ‘hablando’ entre sí. Pero Delle estaba completamente solo”, dijo.
Al principio, los científicos se preguntaron si el delfín podría estar intentando comunicarse con un practicante de paddle surf local, pero también grabaron los sonidos durante la noche. “Definitivamente no había humanos en el agua”, dijo Filatova.
Para otros expertos, los resultados no son del todo sorprendentes. “Los delfines son animales muy vocales, así que no me sorprende demasiado que este individuo siguiera emitiendo sonidos a pesar de estar solo”, dijo Thea Taylor, directora ejecutiva del Sussex Dolphin Project, que no participó en el estudio.
“Los delfines dependen del sonido para actividades clave como la caza y para percibir el entorno que los rodea”, dijo, y agregó que también utilizan el sonido para comunicarse a grandes distancias.
Sigue siendo un misterio por qué hablaba tanto el solitario delfín. Podría haber estado hablando consigo mismo o podrían haber sido sonidos involuntarios provocados por una determinada emoción, “muy parecido a cómo nos reímos a veces cuando leemos algo gracioso, incluso si no hay nadie más cerca para escucharnos”, dijo Filatova.
Otra teoría es que estaba gritando con la esperanza de atraer la atención de otros delfines cercanos. “Aunque esto parece poco probable”, dijo. “Ya había pasado tres años en la zona y probablemente ya sabría que no hay otros delfines presentes”.
Para Taylor, la idea de que las vocalizaciones del delfín pudieran ser señales emocionales involuntarias fue el elemento más intrigante del estudio. “Esto abre muchas preguntas sobre si podemos utilizar las comunicaciones de los delfines para comprender más sobre su comportamiento y sus emociones en la naturaleza”, dijo.
Los investigadores no suelen registrar los sonidos que emiten los delfines solitarios. “Se los considera parias, rarezas, y nadie espera realmente que produzcan sonidos que valga la pena documentar”, afirmó Filatova.
Sin embargo, todavía queda mucho por aprender. “Todavía nos queda mucho camino por recorrer antes de comprender por completo por qué los delfines emiten los distintos sonidos de su repertorio”, afirma Taylor.